Lo que nos cuenta el evangelista Lucas que hicieron María y José, en cumplimiento de la tradición, presentando en el templo y ofreciendo a Dios al niño que hacía unos días había nacido en Belén, eso mismo hicieron el pasado domingo Marta y Carlos con su hijo Nicolás, venido a este mundo tres semanas atrás.

En el momento del ofertorio en la misa, Carlos y Marta subieron en brazos a Nicolás al altar y, al tiempo que el sacerdote ofrecía en nombre de toda la comunidad la ofrenda de nuestra con el pan y el vino, fruto del trabajo y del esfuerzo diario, estos padres presentaban al Señor su hijo Nicolás y se lo ofrecían pidiendo su bendición para que su vida sea de paz y plenitud.

El sacerdote, una vez hecha la presentación y el ofrecimiento, impartió una especial bendición sobre el niño y sus padres pidiendo a Dios que la vida de Nicolás llene de felicidad, dicha y prosperidad la vida de este nuevo hogar de nuestra comunidad y consolide su armonía y comunión.

Ojalá más padres se animen en nuestra comunidad parroquial a hacer este mismo gesto y presenten al Señor y a la comunidad a sus hijos recién nacidos pidiendo que la bendición recaiga sobre ellos y los llene con su gracia.

Varios de los feligreses que vieron este signo de la presentación y ofrenda de un recién nacido al Señor quedaron gratamente impresionados y expresaron su alegría y deseo de que se convierta en una tradición en nuestra parroquia. A ver quién es el siguiente.