
El pasado domingo, día de Pentecostés, los siete niños que el sábado, por primera vez participarán de la mesa del altar al hacer su primera comunión, ante toda la comunidad parroquial, en la celebración de las 12 del mediodía, renovaron las promesas bautismales que el día de su bautismo en su nombre hicieron sus padres y padrinos.
El párroco dijo a los niños que, tras los dos años de catequesis en los que han ido conociendo a Jesús y las principales verdades de nuestra fe cristiana y católica, ya estaban en condición de hacer por su propia cuenta y con su pleno consentimiento el mismo compromiso que hicieron sus papás y sus padrinos el día que los llevaron a la Iglesia para ser bautizados.
Con un cirio en la mano, representando que este Jesús que han conocido en la catequesis, y que seguirán conociendo en lo adelante participando cada domingo de la eucaristía con la comunidad, renovaron las promesas bautismales de hacer todo lo posible por renunciar al mal, al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios. Igualmente confesaron, como ya lo hicieron con sus padres el pasado domingo, su fe personal en Dios que es, Padre, que se ha hecho nuestro hermano en Jesús y en el Espíritu Santo, que este domingo día de pentecostés, agradecimos por venir a nosotros y ser el mejor regalo de Jesús.

También se invitó a toda la comunidad a renovar con los niños su compromiso bautismal. Y, como señal de que todos hicimos esa renovación de nuestras promesas bautismales, primero los pequeños y después el resto de la comunidad, nos acercamos a la pila bautismal e hicimos la señal de la cruz después de mojar nuestros dedos en el agua bendita dela fuente.
El próximo sábado estos siete niños harán su primera comunión, pero antes, este martes, en el sacramento de la reconciliación pedirán a Dios perdón por todos sus pecados para poder celebrar su gran fiesta con la paz de Jesús en sus corazones.