
Aunque no con la velocidad de la vacunación, los trabajos iniciados el pasado lunes para la reparación e impermeabilización de los tejados de nuestro edificio parroquial siguen a buen ritmo.
Se ha comenzado el trabajo en el área de la residencia de los sacerdotes. Se han levantado las capas asfálticas y se está trabajando en dar una mayor inclinación al piso para que cuando llueva el agua corra hacia los sumideros y no se almacene en la losa.
En principio, la duración de estos trabajos está prevista para tres meses. Confiemos en que todo marche con normalidad y en este plazo de tiempo se puedan concluir las obras.

Como ya todos sabéis, se trata de un trabajo de mucha envergadura y mucho costo también, cerca de cien mil euros. Al momento de escribir esta nota, lo aportado por la comunidad parroquial a través de la campaña <una fe sin goteras> alcanza la cifra de nueve mil euros.
Sigamos colaborando, que la parroquia es la casa de todos y a todos nos toca poner nuestro granito de arena.