
Como es tradición ya en la parroquia, el 2 de noviembre, día de todos los fieles difuntos, en nuestra Eucaristía de las 7,30 de la noche, recordaremos a todos los hermanos nuestra comunidad parroquial que en este año 2020, año que todos recordaremos como el de la pandemia, que se llevó a varios de nuestros más cercanos hermanos.
Ofreceremos por su eterno descanso la eucaristía y daremos gracias a Dios por el regalo que fue para todos nosotros, y muy especialmente para sus familias, su vida mientras peregrinó por este mundo.
A esta eucaristía se invita de manera especial a sus deudos y a todos los que hemos sido en la comunidad bendecidos con sus vidas y con el testimonio de su fe.
Aunque ya no están con nosotros, siguen bien vivos en nuestra memoria y en nuestro corazón. Recordar a un ser querido es la mejor manera de mantenerlo vivo entre nosotros.