
Con un fraterno y concurrido <<ágape>> después de la misa de la noche, concluimos el sábado 25 de junio, las celebraciones con las que hemos querido agradecer a Dios que en estos ya veintiséis años de caminata parroquial haya estado en todo momento a nuestro lado.
Quisimos cerrar estas celebraciones de la misma manera que los primeros cristianos concluían sus eucaristías: compartiendo fraternalmente unos alimentos traídos desde su casa que cada uno puso en común sobre la mesa.
Para completar el programa preparado para estas bodas de plata de nuestro templo parroquial queda la exposición de fotos del recuerdo que no se ha podido tener lista, pero que lo estará en los próximos días para ayudarnos a hacer memoria.
El programa, preparado y coordinado por nuestra secretaria Karina, ha estado lleno de actividades de entre las que destacamos la Vigilia de Pentecostés, el collage que hicieron los niños y que luce en nuestro templo parroquial, una tarde especial de adoración al Santísimo y dos conciertos que dieron sabor musical de calidad a nuestras fiestas. Y también los niños tuvieron su fiesta el domingo con juegos, dulces y comida para compartir.
El miércoles 15 se hizo un rosario de flores a María, nuestra madre y patrona que conto con buena asistencia. A cada una de las cincuenta avemarías rezadas a los pies de la Virgen se cola un clavel.
Hay que felicitar y agradecer a nuestra hermana Karina, la secretaria parroquial, por su creatividad y empeño puesto en esta celebración parroquial. En la mente y comentario de casi todos quedó la idea de que <<ágapes>> como el de ayer los hagamos más frecuentemente en la parroquia para confraternidad todos.



