
Con el propósito de iniciar el nuevo curso pastoral 2021 – 2022 dotándonos de un plan de acción que marque nuestra ruta a lo largo de estos meses, en los que todavía estaremos fuertemente condicionados por la pandemia, el pasado miércoles, 22 de septiembre, a las 7 de la tarde se celebró un encuentro, a modo de asamblea parroquial, a la que se invitó a todo el que quisiera participar para aportar ideas y sugerencias.
Se inició el encuentro invocando al Espíritu Santo para que con su luz iluminara las mentes de todos los asistentes que fueron unas cuarenta personas de los distintos grupos parroquiales y algunas otras que recientemente se han integrado a la comunidad parroquial.
Abrió el encuentro el párroco señalando que la Nueva Normalidad de la que tanto se habla por motivo de la pandemia la tenemos que convertir en una oportunidad para hacer entre todos una nueva parroquia, o una parroquia renovada.
Citando el texto del profeta Isaías que dice: “no recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo, mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?” (Is 43,18-19) y tomando como referencia la primera comunidad cristiana tal como se nos presenta en el libro de los Hechos de los Apóstoles, el p. Miguel Angel resaltó dos palabras o expresiones claves para hacer nuestro plan de acción parroquial: PRESENCIALIDAD Y NUEVA NORMALIDAD-NUEVA PARROQUIA.

Todas las actividades y propuestas de los presentes se agruparon en tres columnas, de acuerdo al modelo de la Primera Comunidad Cristiana: Crecer en la fe, vivir la fe y celebrar la fe.
Las primeras en quedar señalas fueron las actividades que se venían haciendo en la parroquia antes de la pandemia como la catequesis de iniciación para niños, los encuentros con Jesús de Nazaret y San Agustín, los cursos para crecer en la fe (credo y Diez mandamientos), la reedición hoja parroquial, el trabajo de cáritas, que hay que reorganizar, no limitándose al reparte de alimentos, recuperar los espacios lúdicos, las misas especialmente para niños, etc, etc.
Hubo una rica y diversa lluvia de ideas con distintas aportaciones y sugerencias que ahora un equipo de trabajo deberá articular para dar forma al mencionado plan de acción pastoral de la parroquia.
Se insistió en que se debe hacer algo para atraer jóvenes a la comunidad y también matrimonios, crear un eficiente equipo de comunicación que saque más provecho del potencial de las redes sociales, formación de agentes de pastoral, visitar los colegios de la zona para motivar la asistencia de niños, etc.
Se habló también de la necesidad de un programa para ofrecer compañía a los ancianos solos que hay en nuestra comunidad para lo que se requerirá un amplio equipo de voluntarios. Abrir espacios de encuentro de la feligresía organizando viajes organizados fue otra de las propuestas, así como tener de vez en cuando, coloquios sobre temas de interés, no necesariamente religiosos.
Y varios sugirieron también organizar momentos y grupos de oración, retiros etc que nos ayuden a vivir más intensamente nuestra relación con Dios y nuestra pertenencia a la comunidad parroquial.